metálica agresividad
escondida
entre sinuosas razones
Dedo que apunta
al infinito distinto,
quitándole su color,
cubriéndolo de ceniza
Toca repartir miseria,
sostener las almas
en el desasosiego inédito
de no saberse mañana
Las entrañas de la Tierra
se retuercen asombradas
Nacen niños sin sonrisa
Se mutila la esperanza
Los Dioses enervados
sacuden los mares y los cielos
intentando
despertemos a la vida
4 comentarios:
Jamás se debería consentir que nacieran niños sin sonrisas.
Me ha gustado visitar tu blog, Patricia.
Un beso
Carmela
Hola Patricia, muy bonita la poesía, un grato placer leerte.
que tengas una buena semana.
un abrazo.
Este poema es muy bueno. Felicidades. Javier Gm
Gracias Carmela, Ricardo, Javi!
Os abrazo a los tres con mis mejores deseos.
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