1 de febrero de 2016
Si me duermo algún día, no olvides cerrar mis ojos...
Si me duermo algún día, no olvides cerrar mis ojos.
Seguir mirando hacia dentro es mi única salvación. Sino podría perderme en la ilusión y volver al indeseado laberinto. Desaparecería la magia de la verdad y la Maya me cegaría enredándome en una nueva historia sin fin.
Yo siempre supe que el Cielo está aquí mismo, en el respirar de mi Ser; que mi vida ni tiene un comienzo ni un fin. Simplemente Soy en esta libertad que es mi naturaleza misma. Mi tránsito se hace liviano a pesar de los adoquines que puedan asomarse en el camino. Batiendo las alas despacio, siempre sorteo los aparentes obstáculos. Esa visión en perspectiva me anima a seguir andando, volando y siembro alegrías y madreselvas a mi paso.
No te preocupes por lo que quede a mi alrededor, el equipaje necesario está siempre conmigo. Siempre que lo desee podré soñar, recordarte, abrazarte en mi corazón que te guarda con esmero.
Celebra mi ida con alegría, haz una fiesta con todas mis almas gemelas. Solo es un viaje aparente. el Amor siempre permanece, es invulnerable y libre.
Yo sigo aquí, ahora invisible a los ojos del mundo, pero siempre podrás sentirme.
¿Lo comprendes ahora? Entonces cariño, no olvides cerrar mis ojos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Cómo estás, Patricia.
Es muy lindo tu escrito.
Conmueve.
Un gusto visitar tus letras.
Que tengas un día grandioso.
***
Gracias por tus palabras :)
Fue un gusto, Patricia.
Que tengas buen día.
***
Publicar un comentario