Algunos dicen que soy noctámbula.
Yo sólo sé que me enredo en las palabras que brotan sin remedio.
Cosas de la pluma, de la tecla, de la inspirada musa o de Morfeo que no me seduce lo suficiente. Brotan los versos para vaciar las tripas, engrandecer el alma y desmembrar la ilusión para conectar con la única verdad posible que me permite sólo Ser.
Y ahí está la Poesía,
tan noble,
tan voz,
tan siembra.
Otros amaneceres me han encontrado sumergida entre las páginas de un libro, como si el haberlo cerrado sin terminarlo pudiera dejarme fuera de la historia. Y bueno, cada uno tiene sus debilidades, o vicios, o manías... Estas y el amor son las mías.
No me resigno a sacarme las alas. ¿Qué sería de mí si dejara de volar? Volar de verso en verso, desde mí hacia vos.
Silenciosa voy dejando una estela de versos que quizá se asomen a tu ventana para hacerte compañía.
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