Extiendo mis alas
y cruzo el océano sin prisa
para anidar junto a tu lecho
y esperar que amanezcas.
Entonces,
cuando tus ojitos vivos,
se reencuentren con los míos,
ciérralos nuevamente
y abraza nuestros corazones
en tu interior.
Recuerda...
El tiempo no existe
El pétalo no termina de caer
El sol nunca se oculta
Mi caricia es eterna
No hay comentarios:
Publicar un comentario