20 de febrero de 2012
Nos despedimos en una flor...
Hoy te suelto. Recojo tu equipaje para que viajes liviana. Corto este cordón para hacerlo un hilo invisible que trascienda el tiempo. El amor entre nosotras desde siempre ha sido una garantía, una incondicional razón de vida.
Tengo tantas cosas que agradecerte, son tantas las vivencias que mi corazón atesora. Por algo un día encadené mi eslabón al tuyo para que ambas aprendiéramos a ser libres, para que el arcoíris siguiera descansando en el horizonte, para que mi mano supiera permanecer siempre tendida.
Y veo el mundo del revés cada vez que intento enderezarlo. Por eso a partir de ahora lo dejo en mano de los dioses. Junto mi manada como un alimento saludable y me relajo hasta encontrarme.
Por fin las dos hemos aprendido que a veces no hace falta hacer nada, solamente Ser.
20 de febrero de 2012
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