Despedir a una madre no es fácil.
Su voz nos invade en bucles, por miedo a olvidarla.
Cascadas de imágenes llegan sin remedio y la niñez atropella el presente para salvarnos.
La cocina privada ya de sus aromas, de su arroz con leche que anunció tantas sobremesas.
Se cierra por siempre la puerta de la casa.
Despedir a una madre no es fácil.
Tocará hurgar en los armarios,
desprenderse como intrusos de sus cosas que se pegan a las manos,
de sus prendas que aún conservan el perfume a regazo.
Los recuerdos sembrarán los nuevos tiempos.
Despedir a una madre no es fácil.
Es como morir un poco, una suerte de abandono indescriptible;
se cierra el círculo.
Una soledad distinta nos sorprende hasta comprender que ella vive en nosotros por siempre.
Despedir a una madre no es fácil.
Con su vuelo llega un nuevo tiempo de liberación y renacer.
🙏🏻💙
Domingo 1 de junio de 2025
Dedicado a Jesús, Isabel y Lola
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