a mi cama con baranda de luna,
con sábanas de arcoíris
y almohada de sueños nuevos
Quédate con la brisa
que entra por mi ventana
que arropa la piel
entre grillos que cantan
No te bajes de prisa
ni te sacudas el día,
desperézate sintiendo
que el sol hoy te ilumina
Y si duermo,
suavemente,
deposita en mi mejilla,
ese beso de jazmines,
que me hable de mi dicha
1 comentario:
Yo después de leerlo, con mucho cuidado, para no despertarte y no romper el candor del poema, me voy despacito; y sin hacer ruido, te dejo un ramito de hierbabuena para que cuando despiertes, sepas que estuve allí.
Lo del ramito, te lo debía. Sabes que lo siento, ¿no?. Un besito.
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