
Cada poro te respira
ansioso de tu aliento,
suave y húmedo
Me vuelo en golondrinas
que te abrazan
desde su nido de seda
entre candelas ardientes
Y tus labios...,
y los míos...,
como fresas silvestres
que se muerden
En un suspiro
me quedo,
jadeante,
abierta como una flor
No hay comentarios:
Publicar un comentario