18 de octubre de 2016
Día de la escritora
Escritora... Quizá esa mujer que decide atarse los versos a la garganta para ser voz de muchos, para exorcizar los demonios, exfoliarse las emociones o perderse en el laberinto amoroso. O aquella que nos sumerge en la maravilla de una historia que nos devora y en la que nos perdemos casi sin remedio.
Y entre versos y relatos nos reencontramos, nos expandimos y crecemos.
Gracias mujeres por ponernos alas cuando pensábamos que moriríamos con los pies en la tierra.
Vuestra generosidad nos recuerda nuestra libertad.
9 de octubre de 2016
Un nuevo día para ser feliz
Para muchos uno de los días más esperados. Para otros una ventana a percibir la soledad y melancolía.
Siempre, todo depende del cristal con que se miran las cosas y de donde decides posicionarte.
En mi caso prefiero dibujarme un domingo silencioso o musical, ese día de reflexión y descanso en el que tantas cosas cobran vida, esas a las que durante la semana el reloj nunca da paso.
Es que a veces me postergo y el domingo me reencuentro para darme un abrazo gigante, para seguir la espiral de los girasoles o sumergirme de lleno en la vida. Me tiro sin paracaídas, salto por los tejados, contemplo alucinada una mariposa, buceo durante horas sin tanque.¡Total, nací con alas!
Y lo mejor de todo es que no tengo que moverme de mi sitio para vivir grandes aventuras.
Y vos estás aunque no te veas, estás compartiendo, respirando a mi lado la ilusión de estar vivo. Vos también estás aprendiendo a volar, a despegarte el pasado y ver la luz sin túnel, resplandeciente sin más. No hace falta mucho para reír y cantar, para asombrarte con los regalos que el universo trae en silencio o con batucada, para bailar hasta marearte y caer sentada en el pasto, para gritar la libertad por los poros y atardecer satisfecha.
No hace me falta nada, sólo estar atenta, rendida ante las maravillas de la vida, agradecida y liviana.
Y así transcurre este domingo de octubre,
entre vuelos y verdades
con el amor por bandera
y la esperanza cosida al cuello.
3 de octubre de 2016
Cosiendo entre estrellas...
Algunos dicen que soy noctámbula.
Yo sólo sé que me enredo en las palabras que brotan sin remedio.
Cosas de la pluma, de la tecla, de la inspirada musa o de Morfeo que no me seduce lo suficiente. Brotan los versos para vaciar las tripas, engrandecer el alma y desmembrar la ilusión para conectar con la única verdad posible que me permite sólo Ser.
Y ahí está la Poesía,
tan noble,
tan voz,
tan siembra.
Otros amaneceres me han encontrado sumergida entre las páginas de un libro, como si el haberlo cerrado sin terminarlo pudiera dejarme fuera de la historia. Y bueno, cada uno tiene sus debilidades, o vicios, o manías... Estas y el amor son las mías.
No me resigno a sacarme las alas. ¿Qué sería de mí si dejara de volar? Volar de verso en verso, desde mí hacia vos.
Silenciosa voy dejando una estela de versos que quizá se asomen a tu ventana para hacerte compañía.
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