¡¡¡ Bienvenidos corazones !!!

Deseo que disfrutes del contenido de este espacio, toma con cuidado sus curvas, atiende los silencios, respira profundamente y siente. Ojalá que este trocito de mi mundo nos ayude a acercarnos y así compartir el hilo de la vida. De corazón a corazón, PatMel.

Puede que a veces parezca ausente, pero aunque no veas las palabras mi esencia está allí y mi Ser te recibe con Amor.

Los escritos son de mi autoría y las imágenes propias o prestadas de la red.

25 de febrero de 2010


Como a un cristal has de cuidar mi alma
amándome desde la locura de la piel
Encuentra en la cuenca de mi pupila
la razón de tu existencia y tu sentir

Tómame de la mano y hazme tuya

Hazte mío en el sosiego de la noche
entre sábanas de seda que arropen
este amor que nace de los sentidos

Comulga una y otra vez sin razones

que justifiquen la locura de vivir,

sosteniendo la balanza en equilibrio

entre demonios y ángeles danzando

Nada en el aire el deseo.
Lo tapamos con risas e ironías
en el miedo de naufragar
en un océano sin anclas ni puertos

Las manos inquietas se buscan
y el contacto siempre aparece
dibujado de mimo inocente
escondiendo el fuego de la piel

Y si jugamos nuestra partida
sin temores, libres en los sentimientos?
Y si nos dejamos llevar por esa corriente
que promete frescura y satisfacción?

La imaginación ya lo ha hecho todo.
Las sensaciones se cuelgan de nosotros
y entre harapos y migajas esparcidas
perdemos el festín de saborearnos.

La lujuria enreda nuestros cuerpos
que se escabullen de nosotros mismos
llevando al climax nuestras almas
entre sedas, dulces y desenfreno

22 de febrero de 2010


El agua nos sorprende en la playa
jugando en el mar tranquilo y verde

Sales de las olas corriendo alegre,

te persigo y consigo alcanzarte


Estrecho tu cuerpo húmedo contra el mío,
siento tus pezones erguidos, duros
Te amoldas a mi como el barro
a las manos del orfebre dedicado

Caemos de rodillas en un beso de agua

mientras mis manos se deslizan,

recorren cada centímetro de tu piel

y nos rendimos tendidos en la arena


Nuestras miradas atan las pupilas

en un silencio que nos envuelve
y entre gemidos de placer revelado

se desatan los instintos en fuego


La tormenta azota la ciudad
Se sacuden los árboles ruidosamente
en una rabieta de Eolo enfurecido

Se vuelcan las tinajas del cielo
ahogando las calles que desbordan
de impotencia ante los dioses

El cielo plomizo envuelve el aire
y la gente corre a refugiarse
de este llamado de atención natural

Unas horas después, húmeda y fresca,
la ciudad recupera el aliento
en el brillo de los adoquines de la Cuidad Vieja

Los grises siguen pintando el cielo
y las nubes corren precipitadas
Montevideo, huele a mar y pasto mojado

A diario navego en la memoria de mi madre intentando anclar en ella los buenos recuerdos.
Los coso firmemente con cuentos alegres y fotos que rescato de mis vivencias. Pero al día siguiente un huracán removió todo vestigio de mis horas de relatos, risas e imágenes prestadas.
Sólo queda el recuerdo del amor que dejo en cada palabra, en cada mirada, en cada silencio. Entonces hablo menos y la abrazo mucho. Beso sus arrugas que me dicen que el final de sus tiempos asoma y que ha sido largo el camino recorrido. Beso sus manos y apreto su cuerpecito menudo largamente contra mi pecho que late por las dos en el afán de regalarle vida.
Entonces comprendo que sólo existe el presente, que todo lo demás se escapa de mis manos.
Cojo ese presente y con entusiasmo lo pinto de colores, le pongo música a las palabras y afecto al aire que danza entre las dos. Envuelvo en seda nuestras vidas para regalarle la paz que necesita y le prometo que el mañana siempre será mejor.
Entonces comprendo que el control no existe ni sobre el instante que se vive ya que este se desvanece en un pasado que se pierde rápido y sin remedio. El futuro tejido de sueños y buenos deseos se pone en la bandeja de su cena para que el sueño la arrope en la paz de la noche. Ahora son los ángeles los que sostienen su alma mientras yo acaricio de amor sus días.

5 de febrero de 2010

Entretejiendo


Entretejiendo telerañas ajenas y propias vuelvo a lanzar mis palabras al viento.
Es un anhelo sentido de que en su vuelo adquieran forma de hadas que acaricien tu alma.
Desde mi ciudad que me vió nacer emito señales que se escapan de mi inconsciente para volcar los mensajes de mi interior, de estos días difíciles y desafiantes.
He descubierto que la cordura vive en mi como savia en hoja viva y en lucha incesante me levanto las veces que hagan falta para desafiar a los demonios que revolotean carroñeros de esperanza e ilusión.
Esperanza e ilusión... Esperanza de sembrar y cosechar amor sin medida. Ilusión de vida y arcoiris que bañen este mundo tan mío..., tan tuyo.
No hay tiempo para las nostalgias desmedidas y los pies se aferran a la tierra en la resolución de avatares ajenos y propios.
Miro hacia atrás y veo el largo camino que he recorrido para poner en práctica, una vez más, la comprensión del amor por encima de cualquier otra cosa. Ese amor que borra los resentimientos y vivencias sufridas.
El amor que hoy sostiene tu mano entre las mías regalándote mi memoria en la calidez de nuestro encuentro.

3 de febrero de 2010


Como la bruma,
el viento disipa tus ideas

colgándolas en un hilo

que apenas las sostiene


El momento es efímero,
se ahoga en el día

entre telarañas e imágenes

que te traigo regaladas


La paz ahora te pertenece.

Te arropa el momento

en alegría y cariño

que te liberan de tus ataduras

Me ves y una sonrisa te ilumina
Me oyes y la música te acompaña
Haz conocido el amor,

libre de los pesares de tu memoria