25 de diciembre de 2016
Hoy, expando mi luz...
Hoy
es Navidad, una oportunidad de reforzar nuestro espíritu para
expandir el amor durante el resto del año. No importa dónde te
encuentres, tampoco las circunstancias, la fe obra el milagro para
que nuestro Ser encuentre el camino a casa. En el recorrido, montando
el árbol, entre villancicos y junto a la imagen del niño Jesús,
recordamos nuestra verdadera esencia, nuestra razón de Ser, nuestra
amorosa misión en este tránsito. De buena manera la aceptamos a
sabiendas de que es un regalo, tal como la vida lo es. Tenemos el
mejor de los guías, un insuperable escenario y la capacidad de
nuestros corazones se multiplica en la comprensión de la unicidad. Y
tú estás allí o del otro lado del océano, o simplemente a mi lado
pero siempre compartiendo. Si cierro los ojos todo se disuelve
fácilmente para dejarme expuesta a la única verdad del universo. No
hay nada fuera de mí, te siento en mi corazón y puedo abrazar tu
calor. Ato en lazos de amor tu imagen a la mía y la distancia y el
tiempo desaparecen de inmediato. Así son las cosas del amor, así es
compartir una misma mente, una misma conciencia. Es un camino de la
mano hacia un destino común.
¿Cómo
no Ser Feliz? ¿Cómo no cantar y reír y bailar sin límites con tal
generoso manifiesto? Sabes, todos los días del año tiendo mi mano
para acariciar la tuya y siento su tibieza, todos los días son
Navidad.
Sé
junto a mi la luz del mundo.
Feliz
Navidad. Feliz Hanukkah.
¡Cuidado! No olvides que la magia llega para quedarse.
Por
doquier la encontrarás, no dejes de estar muy atento. La mirada de la
creación nos inunda sin remedio y en el compartir de estos días
navideños hemos renovado ese impulso amoroso, ese aprendizaje de
hermandad. ¡Son tantas las cosas que nos unen!
Por
la noche nos han visitado sus ojos transparentes, su blanca barba
dejaba ver su generosa sonrisa y con la alegría de su alma, el árbol de
mi hogar vio renovada su luz y florecieron sus raíces en deseos para
todos nosotros. Algunos se escondieron entre papeles y lazos de colores y
otros penetraron nuestros corazones. A estos últimos hemos de ponerlos
en un lugar especial, regarlos a diario con el compartir y la empatía.
Cambia tu mirada y verás que el mundo también es luminoso, que las
flores destilan mieles y las manos desean unirse en libertad. No
aprisiones tu garganta y libera el amor entonando un himno universal.
Desde
muy pequeña, supe que no hay nada más importante que los lazos que en
libertad te atan los ventrículos, por eso te beso cada mañana y te doy
las buenas noches cada día. Y estoy contigo y junto a ti más allá de cualquier
circunstancia, más allá del aparente tiempo y espacio. Dios me ha ayudado a no despistarme, a cogerme de la mano
cuando caminaba demasiado rápido, me ha dicho en secreto que podemos
tener un cielo allí donde estemos, que no hace falta morirse ni
sacrificarse, que sólo el Amor es suficiente. Jesús lo experimentó por nosotros y en su amor por sus hermanos nos brindó la oportunidad de recordar quienes somos y cual es nuestra misión. Eso sí, has de elegír. Yo
lo hice, Hace mucho mucho tiempo decidí Ser Feliz. Pon tu amor en tu vida
cada día y compártelo con tu prójimo.
Feliz Navidad y Plenitud para tu Vida
Feliz Navidad y Plenitud para tu Vida
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