25 de diciembre de 2016
Hoy, expando mi luz...
Hoy
es Navidad, una oportunidad de reforzar nuestro espíritu para
expandir el amor durante el resto del año. No importa dónde te
encuentres, tampoco las circunstancias, la fe obra el milagro para
que nuestro Ser encuentre el camino a casa. En el recorrido, montando
el árbol, entre villancicos y junto a la imagen del niño Jesús,
recordamos nuestra verdadera esencia, nuestra razón de Ser, nuestra
amorosa misión en este tránsito. De buena manera la aceptamos a
sabiendas de que es un regalo, tal como la vida lo es. Tenemos el
mejor de los guías, un insuperable escenario y la capacidad de
nuestros corazones se multiplica en la comprensión de la unicidad. Y
tú estás allí o del otro lado del océano, o simplemente a mi lado
pero siempre compartiendo. Si cierro los ojos todo se disuelve
fácilmente para dejarme expuesta a la única verdad del universo. No
hay nada fuera de mí, te siento en mi corazón y puedo abrazar tu
calor. Ato en lazos de amor tu imagen a la mía y la distancia y el
tiempo desaparecen de inmediato. Así son las cosas del amor, así es
compartir una misma mente, una misma conciencia. Es un camino de la
mano hacia un destino común.
¿Cómo
no Ser Feliz? ¿Cómo no cantar y reír y bailar sin límites con tal
generoso manifiesto? Sabes, todos los días del año tiendo mi mano
para acariciar la tuya y siento su tibieza, todos los días son
Navidad.
Sé
junto a mi la luz del mundo.
Feliz
Navidad. Feliz Hanukkah.
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