Quizá sea solamente espuma,
tal vez el murmullo abrace el momento,
puede que un ángel se desperece
cuando se moja mi rostro en tu orilla
Yo navego despacio
subida a cada ola en su reflejo,
colgada del azul,
definiendo un horizonte nuevo,
esparciendo las cenizas ya libres,
desacorazando los corazones
y volviéndolos curvos,
sin pliegues oscuros,
con abrazos luminosos.
Puede que estés distraído
y el arco iris te atropelle
una mañana de otoño
cuando solo pensabas
en que tu puzzle te sostenía
los días y las noches.
Pero así es la vida,
una caja de chuches afilados
y yo deseo disfrutar de todos ellos.
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