Sonidos naranjas despiertan mi sonrisa mientras desperezo mis sueños despacio, uno a uno. Los guardo en el desván de los deseos para retomar el hilo invisible de mi felicidad y seguir andando.
No me sigas ni te adelantes a mis pasos, camina a mi lado y la utopía será un horizonte común.
No mendigues cariño y aprobación, no quieras comprar aquello que no tienes. Busca en tu interior y, algún día descubrirás, que todo lo necesario habita en ti.
Respiro y agradezco con amor todo lo bueno de mi vida. Acepto con sosiego las piedras del camino que me han fortalecido y ayudado a crecer. Soy la suma de todos los momentos de mi vida.
Tiendo un puente infinito que abrace las orillas de mis días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario