Agradecida.
Siempre agradecida
de haber sido semilla
y ser vientre,
de navegar por tus olas
cada vez que amanezco,
de doblegar dragones
para ir a mi encuentro.
Rumbo y certeza,
camino recto
hacia un destino
ya consagrado.
Luz infinita
que arropa mis días
y en su regazo
cubre mi faz de amapolas,
espanta jaurías,
desencadena sosiego
y me espera
respetando mi ritmo.
Sin condiciones
que nublen amores
abre mis ojos
y enciende mi aliento
para brisa de todos
en aparentes tempestades
y siniestras memorias.
Recordar desde la entraña
donde germinan los sueños
que toda nervadura lucha
por llevar vida en su cauce,
que tu mirada y la mía
se entralazan en arcoíris,
que amanece despacio
mientras suenan campanas
y resucitan los muertos
para abrirte las manos
y mostrarte el sendero
que conduce a tu alma.
Agradecida de solamente Ser
en el amor de reconocerme.
No hay comentarios:
Publicar un comentario