
entre versos de un poeta lúgubre,
con la copa de vino tinto en la mano
despides el día abrazando la noche nueva
Te despierta un rayo de sol a tientas
que entre veladas cortinas asoma su luz
y te descubre en el raído sofá de tu salón
entre sueños que jamás anclaron en su puerto
Tambaleando tus breves recuerdos sin prisa
entre almohadones que flotan en ausencias,
clavas tus pupilas en las teclas del piano
que te devuelven a tu suburbio sin fin
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