
el vacío de ti llena la estancia
Me ahoga,
dejándome sin aliento
Tus sombras desfilan en mi pupila
persiguiéndose, ocultándose,
impregnando mi recuerdo con tu perfume
de violeta africana
Los gemidos de mi piel
reclaman tus caricias
que llevo tatuadas
desangrándome en su búsqueda
Como la lava invade el valle
solitario y dormido,
tu fuego perdido y ausente
quema mis entrañas de deseo
Te has ido,
dejando atrás todas nuestras palpitaciones,
los desencuentros cercados por demonios,
las sinrazones que nos unían
Estoy aquí,
revolcándome en tu ausencia
Tu ausencia que es también la mía
Tu ausencia en la que me abandono.
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