Héctor Alterio, el Maestro que me hubiera gustado tener si me hubiera dedicado profesionalmente al teatro. Cómo irme sin darle un besazo, un abrazo fuerte y decirle lo agradecida que estoy por todos los regalos que me ha hecho a lo largo de mi vida. Lo sigo desde que soy chiquita, casi ni recuerdo desde cuando. Y todos los años le digo lo mismo, ya me conoce cuando me ve al slair del teatro por la puerta del costado... Dirá: "Ahí viene la uruguaya, mi fan número uno, incansable".
Esta vez nos regaló su interpretación de Andrés en la obra de Florian Zeller, "El Padre". Magistral como siempre, removió sin excepción a todos los espectadores, nos arrancó todo tipo de emociones, detonó nuestro pasado, acarició la realidad o la sacudió severamente.
Y cómo no quererte Alterio dada la generosidad de tu alma, con lo que dejas en cada escenario, con lo que desprendes e irradias, con la maestría de cada personaje que interpretas. Cómo no llevarte en el corazón junto con todos tus personajes que parecieron hechos cada uno para ti. Si no existieras habría que inventarte. Gracias, una vez más, Gracias. Siempre Gracias.
En el Auditori, un sábado 27 de mayo de 2017 ( Torrent, Valencia)
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