
Moja mi piel esta lluvia de otoño
y cual retoño florezco de alegría,
y te pienso y me estremezco,
como una niña ante el regalo deseado
Sólo tu imagen dibujada en mi mente
es suficiente leño para dar calor
a este día que asoma gris y frío,
en la dulce espera del encuentro
Ruedan los minutos musicales y vivos
hasta morir en un saxo que llora soledades
Asomada al balcón de la esperanza
huelo tus pasos de pasto recién segado
En mi mundo de luces y sombras
todo se ilumina con el crujir de la puerta
Me besas la frente y me regalas las palabras
que brotan de tu libro mágico que yo ilustro
Eres la ilusión y el soplo de vida misma
Adentrándome en un sinfin de emociones,
siento, río y lloro escuchándote
y por unas horas olvido mi ceguera
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